Como es característico del Fenómeno El Niño, las lluvias han sido escasas, pero acumuladas, lo que ha provocado que zonas urbanas y rurales de ciudades como San Salvador, La Libertad, Santa Ana y Sonsonate hayan sufrido inundaciones en los últimos días, generando pérdidas materiales y medios de vida como cultivos y emprendimientos.
Para el miércoles 3 de octubre, las autoridades de Protección Civil mantienen activa la Alerta Amarilla por lluvias a nivel nacional, ya que el paso de una vaguada, influenciada por una Baja Presión formado al sur de las costas de Centroamérica estará generando nubosidad y lluvias en diferentes puntos de El Salvador.
https://diario.elmundo.sv/nacionales/hay-20-familias-albergadas-por-lluvias-en-la-libertad-y-santa-ana?fbclid=IwAR2LTkQWiEHNJy6omaikpZW9s_UYrg8lZvsbvcFOGzl5YriKnLkk__BbiVw: Continúan los daños por Fenómeno El Niño en El SalvadorContraste entre lluvias y sequía
El pasado 02 de octubre, el Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Fernando López proyectó que el año 2023 cerrará con un déficit del 13% de lluvia con respecto a la norma climatológica.
Explicó que “el pronóstico de acumulado de lluvias para el final del año será menor de los 1,900 milímetros, muy por debajo de lo registrado el año pasado que superó los 2,000.
Asimismo, el funcionario aseguró que en el año 2024, se tendrá una “influencia total del fenómeno de El Niño”, sin especificar qué acciones tienen planificadas para enfrentar los impactos que esto implicará en las cosechas de alimentos y granos básicos de las comunidades en situación de mayor vulnerabilidad.
Mediante una entrevista brindad a La Prensa Gráfica, Adalberto Blanco representante de la MPGR, afirmó que “Ya sabíamos, desde el año pasado, que iba a haber fenómeno de El Niño y no hubo acciones para mitigar esto, no hubo información suficiente para la población campesina”.
En la nota periodística se aborda que, la temporada de escasez de alimentos en El Salvador se extenderá por lo menos hasta enero de 2024 debido a las pérdidas agrícolas ocasionadas por el déficit de lluvias, según la Famine Early Warning Systems Network (FEWS NET), establecida por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en 1985.
“La entidad indicó que el déficit de lluvias y las altas temperaturas reducirán en 25% la producción de primera de secano, es decir, de cultivos donde solo se usa agua lluvia para el riego. Esta caída afectará en particular al Corredor Seco de Centroamérica.
Adalberto Blanco, de la MPGR, estimó que esa reducción del 25% significa que este año solo se producirían 1.7 millones de quintales de frijol y 13 millones de quintales de maíz. «Esto implica que el país va a quedar en una situación crítica de autoabastecimiento de dos alimentos que son sumamente sensibles para la población y esto se ve reflejado en el incremento de la pobreza extrema», indicó.